Las asociaciones de vecinos de la Cañada Real Galiana han emitido esta nota de prensa, ante la amenaza de que el lunes se derriben 7 viviendas en los sectores 3 y 4:
Comunicado de Prensa. Cañada Real Galiana.
Madrid a 5 de Diciembre de 2012.
Los vecinos y vecinas de la Cañada Real queremos expresar a la opinión pública la situación de injusticia a la que estamos siendo sometidos.
En el mes de marzo de 2011, la Asamblea de Madrid aprobó la Ley sobre la Cañada que establecía un plazo de dos años para encontrar una solución definitiva a la situación que hasta ahora estamos viviendo.
Desde hace aproximadamente un año, el Ayuntamiento de Madrid no ha realizado operaciones de derribo de viviendas salvo en casos muy determinados. Pero justo ahora que quedan aproximadamente dos meses para que se establezca cuál es la solución definitiva, el Ayuntamiento inicia un nuevo ataque a las esperanzas de futuro anunciando el derribo de siete viviendas el próximo lunes día 10 de Diciembre. Justo ahora, de forma que por la acción del Ayuntamiento, siete familias se quedan fuera de la solución definitiva, sea la que sea: la posibilidad de quedarse a vivir en la Cañada o acceder a un piso de protección oficial.
Por ello queremos manifestar que solicitamos a la alcaldesa Ana Botella como a la Concejal de Urbanismo, Paz González, senda reuniones con el fin de que promulguen una moratoria sobre el derribo de las viviendas de la Cañada Real, igual que se ha establecido una moratoria por parte del Gobierno Central ante los desahucios.
El derecho a la vivienda es un Derecho Universal. Vivimos en la angustia permanente de no saber si el próximo podemos ser cualquiera de nosotros.
Si el Ayuntamiento de Madrid no quiere contemplar nuestra realidad, será responsable de una acción injusta por demás y de una vulneración de derechos humanos fundamentales. Los derribos, tal y como se están produciendo, constituyen un desalojo forzoso y sin muchas alternativas que contradicen de raíz los acuerdos internacionales suscritos por el Gobierno de España.
Por eso queremos expresar nuestra exigencia sobre la moratoria de los derribos en la Cañada Real.
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