Nos acercamos al final de este año
marcado por una crisis socio-sanitaria que ha evidenciado (más aún)
el impacto que tienen sobre la salud comunitaria, los recortes
económicos y la privatización paulatina de servicios públicos, que
además afecta de forma mucho más directa a quienes se encuentran en
una situación de mayor vulnerabilidad. En este contexto, mientras el
Ayuntamiento de Madrid encendía este jueves las nuevas luces de
Navidad que alumbrarán algunos barrios de la ciudad (a las que han
destinado 3.170.000 euros), las vecinas y vecinos de los sectores 5 y
6 de la Cañada Real llevan casi dos meses sin electricidad. La
empresa que distribuye energía en este barrio, Naturgy acometió
cambios en el cableado de las torretas,
lo que tiene a 1200
familias,
es decir, a más
de 4500 personas, sin electricidad.
¿Qué
implica la negación del acceso a la electricidad para todas las
familias del barrio?
Supone no tener agua caliente para la
higiene personal diaria; supone lavar la ropa a mano con agua fría;
supone no tener calefacción en los meses más fríos del año;
supone no disponer de una nevera para conservar medicamentos y
alimentos; supone no poder cocinarlos en algunos casos; supone
vulnerar el derecho a la educación a niñas y niños que han de
mandar los deberes del colegio por internet y negar la oportunidad de
seguir el curso a estudiantes que reciben la formación a distancia;
supone un consumo extra para muchas familias que no pueden costear un
generador ni hacer un uso constante de él; supone poner en riesgo la
vida de personas que necesitan estar conectadas a respiradores.
Negar el acceso a la energía, supone vulnerar el derecho a una vida
digna todos los días.
Fuente:
El País _ Fotógrafo Luis de Vega Hernández
El
derecho a la energía forma parte de las condiciones del derecho a
una vivienda adecuada: Observación General nº 4 de Naciones Unidas
de 1991:
“Disponibilidad
de servicios, materiales, facilidades e infraestructura. Una
vivienda adecuada debe contener ciertos servicios indispensables para
la salud, la seguridad, la comodidad y la nutrición. Todos los
beneficiarios del derecho a una vivienda adecuada deberían tener
acceso permanente a recursos naturales y comunes, a agua potable, a
energía para la cocina, la calefacción y el alumbrado, a
instalaciones sanitarias y de aseo, de almacenamiento de alimentos,
de eliminación de desechos, de drenaje y a servicios de emergencia.”
Sin embargo,
el acceso a la energía sigue sin considerarse como derecho humano,
a pesar que la vulneración de éste, impide que se desarrolle el
derecho a una vida digna. En la lucha por terminar con la pobreza
energética, muchas voces reclaman el derecho a la energía como un
derecho humano y fundamental. Y
nosotras desde el grupo de ASF Cañada nos sumamos:
porque la energía debería ser entendida como bien común y no como
una mercancía. Porque
el acceso a la energía debe ser asequible, sostenible, seguro y
universal.
Fuente:
El Salto Diario _ Fotógrafa Laura Carrasco Ortiz
(https://www.elsaltodiario.com/pobreza-energetica/concentracion-luz-canada-real-sin-alumbrar-soluciones-ayuntamiento)
EL
ACCESO A LA ENERGÍA NO ES UN LUJO, ES UN DERECHO.
Y por ello instamos a las
administraciones que intervienen en este territorio a tomar medidas
urgentes. El Pacto Regional, convenio firmado por las distintas
administraciones responsables de la ordenación territorial de la
Cañada Real, recoge el “compromiso
para la adopción de medidas provisionales para dignificar las
condiciones de vida de los habitantes de la Cañada Real” entre
las cuales se nombra la rehabilitación del suministro de luz.
Instamos a que se cumplan los compromisos adquiridos ante todas las
personas que se han visto privadas de este servicio básico y que se
trabaje por regularizar
y legalizar la conexión con la red eléctrica.
Ahora, sólo falta, como tantas otras veces, voluntad política.
Fuente:
El Salto Diario _ Fotógrafa Laura Carrasco Ortiz
(https://www.elsaltodiario.com/pobreza-energetica/concentracion-luz-canada-real-sin-alumbrar-soluciones-ayuntamiento)
Ante
esta situación las vecinas y vecinos han acudido repetidamente a las
administraciones sin obtener ninguna solución: a día de hoy
continúan sin suministro eléctrico. Han pedido explicaciones a los
Comisionados de la Comunidad de Madrid y Ayuntamiento de Madrid sin
más contestación que responsabilizar a Naturgy, que no hace
declaraciones.
En
respuesta, y vista la ausencia de actuación por parte de las
administraciones, asociaciones vecinales y vecinas se han movilizado
de forma pacífica para organizar diferentes acciones de denuncia
ante esta vulneración de derechos. Este lunes, 30 de noviembre, a
las 11 de la mañana, convocan de nuevo para exigir el
restablecimiento del servicio básico frente a la sede de la
Consejería de Vivienda y Administración Local de la Comunidad de
Madrid bajo el lema “Sin luz
no hay vida”.
Desde
aquí todo nuestro apoyo y cariño a las vecinas de la Cañada Real
ante esta situación de injusticia social y vulneración de Derechos
Humanos.
Fuente:
Pacto
Regional por la Cañada Real Galiana,
Anexo III, página 47.